sábado, 16 de abril de 2011

Jean-Paul Sartre: A 31 años de su fallecimiento


15 de abril de 1980 muere en Paris Jean Paul-Sartre, filósofo, escritor y dramaturgo francés. Exponente del existencialismo, cuando la Academia sueca de ciencias le otorgo el premio Nobel de literatura en 1964 lo rechazo argumentando en una carta que los lazos entre el hombre y la cultura debían desarrollarse directamente y no pasar por las instituciones y que el escritor tiene la obligación de comportarse como un realista critico por lo que, aceptar el premio lo convertiría en un funcionario del “statu quo”.

El 21 de junio de 1905, en París, nació Jean-Paul Charles Aymard Sartre, un filósofo y escritor que desde muy joven se interesó por la literatura clásica y se convirtió en uno de los máximos referentes del existencialismo, aquel movimiento que se caracterizaba por la concepción de que “la existencia precede a la esencia”.
En 1924 inició sus estudios universitarios en la École Normale Supérieure, donde conoció a Simone de Beauvoir, con quien estableció una relación que duraría toda su vida.
Tras cumplir el servicio militar, empezó a ejercer como profesor de instituto; en 1933 obtuvo una beca de estudios que le permitió trasladarse a Alemania, donde entró en contacto con la filosofía de Husserl y de Heidegger.
En 1938 publicó La náusea, novela que pretendía divulgar los principios del existencialismo y que le proporcionó cierta celebridad, al tiempo que se convertía en símbolo de aquel movimiento filosófico.
Movilizado en 1939, fue hecho prisionero, aunque consiguió evadirse en 1941 y regresar a París, donde trabajó en el liceo Condorcet y colaboró con A. Camus en Combat, el periódico de la Resistencia.
En 1943 publicó El Ser y la Nada, su obra filosófica más conocida, versión personal de la filosofía existencialista de Heidegger. El ser humano existe como cosa (en sí), pero también como conciencia (para sí), que sabe de la existencia de las cosas sin ser ella misma un en sí como esas cosas, sino su negación (la Nada).
La conciencia sitúa al hombre ante la posibilidad de elegir lo que será; ésta es la condición de la libertad humana. Eligiendo su acción, el hombre se elige a sí mismo, pero no elige su existencia, que le viene ya dada y es requisito de su elección; de aquí la famosa máxima existencialista: «la existencia precede a la esencia».
Dos años más tarde, alcanzada ya la popularidad, abandonó la enseñanza para dedicarse exclusivamente a escribir; en colaboración con Aron, Merleau-Ponty y Simone de Beauvoir, fundó Les Temps Modernes, una de las revistas de pensamiento de la izquierda más influyentes de la posguerra.
Por esa época, Sartre inició una fluctuante relación con el comunismo, hecha de acercamientos (uno de los cuales provocó su ruptura con Camus en 1956) y alejamientos motivados por su denuncia del estalinismo o su protesta por la intervención soviética en Hungría.
En su última obra filosófica, Crítica de la razón dialéctica (1960), se propuso una reconciliación del materialismo dialéctico con el existencialismo, al cual pasó a considerar como una ideología parásita del marxismo, y trató de establecer un fundamento de la dialéctica marxista mostrando que la actividad racional humana, la praxis, es necesariamente dialéctica.
En 1964 rechazó el Premio Nobel de Literatura para no «dejarse recuperar por el sistema»; decididamente contrario a la política estadounidense en Vietnam, colaboró con Bertrand Russell en el establecimiento del Tribunal internacional de Estocolmo para la persecución de los crímenes de guerra.
Tras participar directamente en la revuelta estudiantil de mayo de 1968, multiplicó sus gestos públicos de izquierdismo, asumió la dirección del periódico La Cause du Peuple y fundó Tout!, de orientación maoísta y libertaria.
En 1975 se inició el progresivo quebranto de su salud; la ceguera lo apartó de la lectura y la escritura durante los últimos años de su vida, tras haber completado su postrera gran obra, El idiota de la familia (1971-1972), dedicada al tema de la creación literaria, fruto de diez años que dedicó a la investigación de la personalidad de Gustave Flaubert.
Durante toda su vida, el filósofo se solidarizó con los acontecimientos más importantes de su época, como el Mayo Francés, la Revolución Cultural China y la Revolución Cubana.
Entre las obras filosóficas creadas por Sartre figuran trabajos como La trascendencia del ego, El ser y la nada, El existencialismo es un humanismo y Crítica de la razón dialéctica.
En el ámbito teatral se destacan El muro, A puerta cerrada, La suerte está echada, Las manos sucias, El diablo y el señor, Los secuestrados de Altona y El engranaje.
La náusea, Las palabras, El idiota de la familia, ¿Qué es la literatura?, Reflexiones sobre la cuestión judía y Los caminos de la libertad son otros de los títulos que componen el legado, tanto filosófico como literario, de Jean-Paul Sartre.
Su muerte se produjo el 15 de abril de 1980 y sus restos fueron depositados en el Cementerio de Montparnasse, en París. Según citan algunas fuentes, a su funeral asistieron cerca de 50 mil personas.

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